viernes, 24 de agosto de 2007

De nuevo yo...

Me refugio en mi escondite y me acurruco en el sillón del ordenador mientras las notas de algún piano configuran melodías inconexas. El calor del verano me retiene en casa y las aspas del ventilador giran y rugen aquejadas del esfuerzo tremendo al que las sometemos estos días. Mi despertador y yo hemos vuelto al trabajo esta semana y a ambos nos está costando adaptarnos al nuevo ritmo. Sin ir más lejos, el otro día me quedé dormida porque mi compañero de fatigas no sonó, se quedó "quietecito" y silencioso sobre la mesilla de noche. Menos mal que con la inquietud que me crea esto de "la vuelta" me desperté poco después de la hora prevista y no llegué demasiado tarde.

Vuelvo al trabajo y vuelvo a mi baúl, que últimamente estaba demasiado desordenado, tanto que no encontraba un sólo hueco para meter bobadas como ésta, pero que me hacen sentirme yo...

jueves, 1 de marzo de 2007

Un día gris

Una nube llora sobre mi rostro ya húmedo y mis lágrimas se confunden con las suyas, ella llora conmigo mientras mi cabeza se llena de preguntas sin respuestas. Quizás sea el principio del final o quizás todo esto me haga más fuerte. Ahora me permito sentir la tristeza de este día gris y mi cuerpo danza bajo la lluvia al son de una melodía encerrada en mi cabeza.

viernes, 9 de febrero de 2007

¡¡Felicidades!!


Hace 29 inviernos, tal día como hoy, la feliz pareja vio aparecer en sus vidas la sonrisa perpetua de un pequeño ser. Dicen que sus enormes ojos podían paralizar el mundo con sólo mirarlo y que, como algo mágico, bautizaba con el nombre de ALEGRÍA a toda la tristeza que se le acercaba.


Ella, agotada e invadida por un frío atroz, cerró los ojos tras el parto. Alguien la tapó con un viejo abrigo y después durmió con una sonrisa dibujada en sus labios.


Él no podía creerlo, aquel día era su veinticinco cumpleaños y ella le había hecho un regalo maravilloso y único. Aquella inocente criatura de poco más de tres kilos de peso le miraba y sonreía, siempre sonreía…


Con todo mi amor para los primeros hombres de mi vida, je, je… Os quiero muchísimo.

martes, 23 de enero de 2007

Una rendición es la peor de las derrotas

Puede que mañana olvide que el sabor de tus besos algún día me transportó al paraíso, puede que ese mañana no llegue nunca y que siga bebiendo de tu sonrisa inagotable hasta que ya no pueda seguir bebiendo.

Estoy harta de las predicciones de futuro de los que se dejaron llevar y dejaron de pelear por seguir manteniéndose puros. Quizás todo se acabe mañana, pero una rendición es la peor de las derrotas...

"Desconfía de aquellos que poseen más respuestas que preguntas... Nuestro destino es un misterio y quizá el sentido de la vida no sea más que la búsqueda de ese sentido". Rosa Montero. "Historia del Rey Transparente".

miércoles, 10 de enero de 2007

Carta a un amigo

Abre los ojos y echa un vistazo a tu alrededor. El mundo está repleto de personas maravillosas deseosas de conocerte para hacerte partícipe de sus propias historias y que esperan que hagas un "huequito" en tu vida para ellas.

Cada día nos brinda la oportunidad de crecer, pero tú te empeñas en quedarte pequeñito. Todos podemos perdernos en el bosque, pero no por eso dejamos de buscar la salida.

Una vez un amigo me regaló un trozo de papel diminuto en el que se decían cosas gigantescas. El autor nunca lo supe, pero desde entonces ha permanecido guardado en mi baúl...

Bueno, ahí va:
ATREVERSE
Reir es arriesgarse a parecer un loco.
Sollozar es arriesgarse a parecer sentimental.
Tenderle la mano a otro es correr el riesgo de comprometerse.
Exponer tus ideas y tus sueños ante los demás es arriesgarse a perderlos.
Amar es arriesgarse a no ser correspondido.
Vivir es arriesgarse a morir.
Creer es arriesgarse a fracasar.
Pero debemos arriesgarnos, porque el mayor peligro en la vida es no arriesgar nada.
Quienes no arriesgan nada, no tienen nada, no hacen nada, no son nada.
Tal vez eviten el sufrimiento y el dolor, pero no pueden aprender, sentir, crecer, amar ni vivir.
Son esclavos encadenados a sus actitudes; han perdido el derecho a la libertad.
Sólo quien arriesga es libre.