jueves, 6 de enero de 2011

El fin de las fiestas...

Viernes, dos de la madrugada. El silencio de la noche me transmite una tranquilidad difícilmente conseguida durante el día. Irme a la cama supone despedir este día de ilusión tras la gratificante visita de Los Reyes Magos y, de alguna forma, decir adiós a las vacaciones... Pero no se puede evitar lo inevitable, así que lo más inteligente es aceptar que terminaron los días de fiesta y recibir el nuevo día como el regalo más valioso (el que no se consuela es porque no quiere...)