jueves, 21 de diciembre de 2006

¿Destino o casualidad?

¿Recuerdas aquel día? Tú gritabas mi nombre tras aquellas rejas pintadas de blanco. Te habían dicho que en aquel inhóspito lugar me encontrarías. Yo llevaba dos horas esperándote, estaba tan nerviosa que no podía dejar de moverme, me sudaban las manos y tenía una sed inconsolable.

El día anterior tenía decidido no acudir a la cita, te llamé durante horas, pero no conseguí localizarte. Era demasiado tarde para echarme atrás...

Aquella fue la primera vez que nos vimos. Ibas vestido de negro con tu vieja camiseta de Pearl Jam y con el trípode de tu compañero sobre la espalda. Cuando me viste clavaste tus preciosos ojos verdes sobre los míos y dijiste mi nombre bajito y en tono interrogatorio, como si no me esperaras. Yo asentí con la cabeza y os indiqué la entrada. Estaba sorprendida de que fueras tan joven, por teléfono me habías parecido mayor y te había imaginado muy diferente...

Por entonces trabajabas en un programa de televisión (tu primer trabajo en televisión). Yo trabajaba de voluntaria en una asociación y tú venías a entrevistarme. Lo curioso de esta historia es que yo nunca me había puesto delante de una cámara (y creo que no volveré a hacerlo porque soy muy tímida para ese tipo de cosas...), pero aquella vez lo hice.

Ese fue el comienzo de una maravillosa historia de amor de la que todavía somos los protagonistas, tú y yo. Quizá fuera casualidad, pero me gusta pensar que el destino ya tenía planes para nosotros.

3 comentarios:

a veces yo dijo...

Bienvenida a mundoblog, risueña. En mi mundo ya fuiste bienvenida hace mucho tiempo...

Anónimo dijo...

Hola risueña, seguiré con absoluta fidelidad tus pasos por este nuevo mundillo en el que nos adentramos, el mundo de los blogs, donde podemos decir lo que pensamos, lo que queremos contar y lo que sentimos. Un besote¡

almu dijo...

A veces nos encontramos con alguna persona que acaba siendo especial cuando menos lo pensamos.Es una especie de sorpresa maravillosa ;)
Un saludo.